Se puede entender la acción como parte de su estrategia para potenciar sus Google apps y quitar mercado a Microsoft, pero ¿realmente queremos trabajar en la nube?.
La obsesión de Google de hacer copias de seguridad de todo y sincronizar tus datos personales me inquieta. Si no estás atento y se te olvida desmarcar la casilla, en una actualización... ya tienen todos tus correos, busquedas, libros y películas, contactos, fotos, citas y ubicaciones o trayectos que hayas hecho. Y si has etiquetado las caras de tus fotos, también saben con quien has estado. ¿Para qué?
Pero no es mi privacidad lo único que me preocupa; sino también la integridad de mis datos. Ayer cambié de móvil y al ir a reinstalar una aplicación de Google play, había cambiado de nombre y, obviamnente ya no me figuraba como comprada. ¿Dónde ha ido? Simplemente ya no está y no puedes reclamar. En otra ocasión me ha pasado que un proveedor de servicios online, ha desaparecido de un dia para otro y de tus datos y programas alojados no queda ni el rastro.
Yo siempre lo digo. Lo malo de la nube, es el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario